En un solo minuto

En un minuto cambió de niña a mujer, en un minuto supo lo que era el amor y en un minuto lo perdió.
En un minuto su vida se había derrumbado con tan solo una frase y desde ese minuto fue dando traspiés por un mar de lágrimas, recorriendo los oscuros pasillos de un eterno laberinto.
En un minuto tuvo que recomponer con los trozos que pudo rescatar de su pasado, una vida entera que ya no le gustaba. En un minuto supo que la amistad es dar y recibir y fue en un minuto cuando perdió a todos los que creyó amigos ,ella y sus ecos del ayer pasaron miles de minutos sin decir nada, sintiendo demasiado dolor, demasiado vacío, y los huecos entre ella y la realidad crecieron.
La soledad se hizo su eterna compañera, la que le enjuagaba sus lágrimas, la que le compartía sus largas noches de insomnio, sintiéndose tan unida y agradecida a ella que la sintió humana y mantenía largas conversaciones con ella.
En un minuto perdido en una nube quiso saber lo que era volar y fue un minuto lo que tardó la avioneta que la llevó a los cielos en dejarla flotando en el aire.
Fue el mejor minuto de su vida, se sintió libre, se sintió Dios. Volaba como un ave y una sensación de paz la invadió haciéndola sentir tan feliz que hasta esbozo una bella sonrisa.
Su cuerpo era una gota de lluvia que caía rápidamente, no había obstáculos entre ella y el suelo, sólo aire y nubes de algodón que la acompañaban en su viaje, que la acariciaban dándole tanto amor que su alma se sintió llena de cariño. Los minutos pasaban pero ella no quiso reaccionar, ”sólo un minuto más”, se repetía, ”sólo uno más”, y cuando quiso reaccionar ya no le quedaban minutos para abrir el paracaídas, el tiempo le gastó una mala pasada y ese fue su último minuto, pero os aseguro que fue un minuto tan intenso que para ella fue como una vida entera.


Pilar